Este gadget clásico es un ejemplo claro de lo importante que puede llegar a ser el packaging en un producto.
La diferencia entre un imán tal cual y un imán con soporte personalizado y presentado en blister individual es brutal; el primero se puede vender como siempre, como un artículo baratito, que ocupa poco espacio (siempre hay hueco para un imán más en la nevera), pero con nuestra forma de presentarlo se convierte en un objeto de regalo, pasando a una categoría superior.
El material que nos encanta es el caucho, flexible, con colores, con la forma y el tamaño deseado; muy resistente a pesar de que no podrás parar de tocarlo y tocarlo. Te lo haremos en 2D o 3D.
Si no hace falta que tenga una forma determinada, ya sabes: cuadrado, rectangular, circular, ovalado… a estos imanes flexibles les sumaremos un diseño atractivo y atraerán 🤣 las miradas.
Pero si realmente quieres destacar, pídenos el imán pretroquelado con una base imantada y pequeños imanes desmontables.