Fuera cucharitas de plata y dedales de porcelana; bienvenidos delantales diferentes, gorras bordadas integralmente y tatuajes que todo niño va a pedir a sus padres.
A partir de ahora, todos los productos personalizados para tiendas de museos con su diseño exclusivo. Ya que no te puedes llevar la obra de arte a tu casa…
Con la venta de artículos personalizados estamos popularizando los contenidos que se han visto en el interior del museo. Es una manera más cercana y original de divulgar cultura y arte.

Ahora todos reconocemos el gran éxito que tienen las tiendas de museos y queremos pensar que hemos contribuido un poco… La fuente de ingresos que supone un espacio de venta en estos puntos favorece la rentabilidad y es un impulso económico interesante.
Tiendas de museos, difusoras de arte, cultura y patrimonio
Si se tuviera que cuantificar la difusión que hacen los productos una vez fuera de su espacio sería tan alta que muchos museos pagarían a sus visitantes por llevar esas camisetas, gorras, paraguas y bolsas. ¿No se te han ido los ojos detrás de un reloj con diseño integral y has preguntado al que lo lleva dónde lo ha comprado?
Los precios de los artículos son variables, por lo que podemos abarcar un amplio abanico de clientes potenciales. Pueden ser artículos de papelería o gadgets de venta masiva que rondan entre 1-10 €, textil (camisetas y bolsas fundamentalmente) de no más de 20 €, o productos más exclusivos a partir de este importe que se conviertan en un regalo original.
Ya tenemos unos buenos productos para exhibir, una surtida y variada selección de artículos personalizados originales que solo vamos a poder comprar en ese espacio (y online si existe la posibilidad, claro…)
¿Cómo optimizamos su exposición?
Es un punto muy importante a tener en cuenta y sencillo de acometer.
Lo ideal es disponer los productos al alcance de todos, dispuestos en módulos con recipientes transparentes de metacrilato que contengan una buena cantidad de ellos.
Pueden estar agrupados por tipos de objetos (papelería, textil, infantil…) o temática del contenido, e incluso por precio, esto depende del recinto.
Al tratarse de una estrategia promocional que completa el espacio museístico, los estándares de calidad de los artículos en venta han de cumplir un mínimo de calidad, tanto en diseño como en materiales y fabricación.
Nada de pingos ni baratijas, no se trata de vender por vender, sino de crear buena imagen y transmitir la mejor impresión al cliente-visitante tras su paso por la tienda.
Con los productos personalizados para tiendas de museos el visitante prolonga la experiencia cultural al ámbito doméstico.